06 noviembre 2014

Qué atributos debe tener un (buen) dirigente agropecuario



QUÉ ATRIBUTOS DEBE TENER UN (BUEN) DIRIGENTE AGROPECUARIO
El principal problema del país es la falta de liderazgo en todos sus ámbitos. Este déficit, importante en cualquier momento de la historia, es catastrófico en el momento actual donde lo constante es la complejidad, el cambio y la innovación permanentes.

Un líder no nace, se hace. Se prepara durante mucho tiempo. Básicamente es alguien que piensa poco en sí mismo y mucho en los demás. Es alguien que tiene solidez técnica, cultura, conductas apropiadas permanentes y grandes cualidades en la comunicación.

Un país con perfil agroalimentario como el nuestro contará con posibilidades ciertas de desarrollo sólo si logra ubicar 30 ó 40 líderes en puestos clave de la sociedad, a lo largo de las cadenas de valor, en diferentes estamentos de gobierno, etc. La condición es doble, contar con esas personas, y lograr que sean los decisores principales.

Todo joven del sector, entendiendo por joven a aquel menor de 40-45 años, que tenga deseos de convertirse en un referente honesto en todo sentido, debe asumir que tiene por delante un desafío duro pero apasionante a la vez. Los esfuerzos formativos colectivos son más eficaces, más gratos. Cuanto más variado sea el grupo al que pertenezca, mucho mejor (la diversidad en cuanto a género, edad, extracción y pensamiento político constituye una fortaleza, nunca una debilidad).

Se requieren cultura general y conocimientos básicos de filosofía y ciencia política, y de lógica, matemática, estadística, biología, física, química y climatología. Las habilidades comunicacionales son imprescindibles (saber hablar y escribir de manera correcta en cada situación, tener oratoria y escuchatoria, tener mucha pero mucha memoria). Todo se ejercita, no hay métodos mágicos.

Luego están los conocimientos de historia y geografía. Cuando se conoce lo básico de historia y de geografía, se entiende mejor todo lo relacionado con la logística, por ejemplo. Entre varios, un caso interesante y valioso para conocer es la llamada Ruta de la Seda, la famosa ruta terrestre que vinculó a Roma con China comenzando hace unos 2.500 años.

Influyeron y fueron influidos por la Ruta, entre otros, Lao Tse (si es que existió), Confucio, Sócrates, Platón, Aristóteles, Alejandro Magno, Aníbal, Julio César, Augusto, Buda, Jesús y Mahoma.

Actualmente un contenedor que parta de China y viaje a Alemania por mar, demora unos 30-33 días, luego de viajar a puertos chinos, seguir por los océanos Pacífico e Índico, el Mar Rojo desde el Estrecho de Mandeb, el Canal de Suez, el Mediterráneo, y luego seguir por tierra hasta su destino.

Sin embargo, existe desde hace unos años una ruta terrestre, enteramente ferroviaria, algo más costosa, que demora sólo 13 días. Es la versión actual de la milenaria Ruta.

Se deben conocer los aspectos clave de la revolución neolítica y de la revolución industrial, y de los 2 últimos grandes eventos que pudieron significar nuestra extinción (el Dryas joven hace 12.900 años y la peste negra de los siglos XIII y XIV).

Lo mismo con los grandes progresos del pensamiento “reciente”, entre otros debidos a Al-Farabi, Avicena, Averroes, Maimónides, Copérnico, Descartes, Galileo, Pascal, Newton, Faraday y Maxwell, hasta llegar a Volta, la pila eléctrica, el telégrafo y la globalización iniciada en 1860, cuando el cable submarino de telégrafo permitió que una noticia trascendente se difunda de un continente a otro no ya en 1 semana sino en 10 minutos.

Debe tenerse una comprensión cabal de varios procesos políticos clave, entre ellos los de la Revolución gloriosa del siglo XVII, la Revolución Francesa, la independencia de los EE.UU., nuestro largo y complejo proceso de formación y consolidación de la unidad nacional, las historias de China, India, Rusia y lo que fueron las potencias navales europeas, la esclavitud, el tráfico de esclavos, el feudalismo y los cambios posteriores. Lo mismo con la evolución de la península ibérica, el Tratado de Tordesillas, la Guerra de los 7 años del siglo XVIII, las guerras de fin del siglo XIX, las Guerras Mundiales y la Guerra Fría.

La visión antropológica es imprescindible, se deben conocer los procesos evolutivos independientes en cada continente, las diferentes etnias y sus conflictos, la domesticación de animales, el sedentarismo, la agricultura, el riego, el arado, la trashumancia y los primeros impactos de estas actividades sobre el ambiente.

No son para nada inconvenientes los conocimientos de paleogeografía y paleoclimatología, la evolución de los continentes (Pangea, luego Gondwana y Laurasia, hasta la actual configuración), las 3 últimas eras (Paleozoica, Mesozoica y Cenozoica), el período actual (Cuaternario) y la época actual (Holoceno).

En todos los estudios de caso y disciplinas o ciencias, debe tenerse un conocimiento preciso acerca de quien es quien.

Al llegar a este punto conviene agregar conocimientos de derecho positivo, macroeconomía (una rama del saber de sólo 2 siglos) y de finanzas (de sólo medio siglo). Luego, saberes clave sobre ecología, ambiente, y generación primaria y secundaria de energía.

Respecto de economía, a modo de ejemplo, es esencial conocer la evolución del Producto bruto mundial a lo largo de los últimos 2.000 años hasta llegar a fenómenos actuales o recientes que requieren amplia comprensión, como nuestra crisis de los años 2001-2002, la crisis hipotecaria estadounidense de 2007-2008 y nuestra actual crisis respecto de la deuda pública. También es importante conocer acerca de las crisis económicas iniciadas en 1857 y 1873.

Las cualidades humanistas y de liderazgo permiten que alguien formado ampliamente no se convierta únicamente en un tecnócrata o en un burócrata de alto nivel. Deben cultivarse de manera permanente.

Al llegar aquí se puede empezar la formulación de políticas para el sector y el país, lo que será tema de una próxima columna de opinión.


Ing. Agr. Luis Villa
@LuisVilla2805

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