21 agosto 2013

Primeras consideraciones sobre el cambio climático (2da parte)




Definiciones de cambio climático
Para el IPCC, cambio climático es toda modificación de cualquier variable climática, ya sea en el promedio y/o en la dispersión. No se refiere necesariamente a la temperatura media. Esta definición incluye todo cambio, tanto atribuible a causas naturales como a la acción del ser humano.

Bajo esta definición, y sabiendo que el clima varía a lo largo del tiempo geológico (cientos, miles, o millones de años), toda la comunidad científica y técnica acepta que el cambio climático existe.

Para la CMCC, cambio climático es toda variación en el promedio de la temperatura,  mientras pueda ser atribuida a la acción del ser humano. Muchos científicos creen que el cambio climático no existe bajo esta definición, que el ser humano no influye significativamente en la marcha general de la temperatura.


Algunos comentarios iniciales sobre el funcionamiento del IPCC y la CMCC
El IPCC, con sede en Ginebra, es el organismo científico, como ya se dijo, mientras que la CMCC es el organismo político que busca establecer compromisos y planes.

En el IPCC, desde 2002, la máxima autoridad (Presidencia) es el Ing. indio experto en ferrocarriles Rajendra Pachauri. Pachauri es muy cuestionado, ha recibido pedidos de renuncia en reiteradas oportunidades, tanto por parte de científicos, como de ambientalistas y políticos (por ejemplo, el actual Primer ministro del Reino Unido, David Cameron). Véase:

El IPCC no genera información científica propia, sino que recopila la que considera relevante. A lo largo de su historia ha puesto mucho énfasis en modelos matemáticos que “demuestran” (sic) que la temperatura de la atmósfera se está incrementando. Los sucesivos modelos han venido fallando en sus predicciones incluso hasta el presente, del mismo modo que otras proyecciones como la referida a la desaparición de los glaciares del Himalaya.

El IPCC elabora informes periódicos. El primero fue en 1990, conocido como FAR (First Assessment Report), el segundo en 1995 (SAR), el tercero fue en 2001 (TAR), donde se publicó el famoso hockey stick sobre el que se volverá en otras entregas de este blog, y en 2007 el cuarto, conocido como AR4 (ya sin mencionar al hockey stick). Actualmente el IPCC está elaborando el AR5, que estaría completamente traducido al español y publicado en marzo de 2015.

La CMCC, con sede en Bonn, tiene en las cumbres anuales su máxima instancia decisoria (únicas cumbres políticas mundiales que congregan anualmente a más de 20 mil personas, gran mayoría de ellas sin formación biológica, climática, física, ni ecológica).

Los países son las partes de la convención, por eso a las cumbres se las llama COPs, conferencia de las partes por sus siglas en inglés.

Desde 2010 la máxima autoridad en la CMCC (Secretaría general) es la política costarricense Christiana Figueres, experta en antropología y desarrollo de las organizaciones.


Breve cronología (cont.)
En 1997 se firmó el protocolo de Kyoto, administrado por la CMCC. Los países firmantes se comprometieron a limitar globalmente las emisiones de 6 gases de efecto invernadero, entre ellos el CO2, el metano y el óxido nitroso. El protocolo requirió la ratificación de los parlamentos de cada país.

Entró en vigencia en 2005, luego de la ratificación de la Federación Rusa (Rusia logró compensaciones de la Unión Europea durante la negociación previa a ratificar el protocolo). En 2009 lo habían ratificado 187 países. EE.UU. nunca lo ratificó, pese a la firma de la administración Clinton. Canadá se retiró en 2011 al finalizar la COP 17 de Durban (Canadá también se retiró de la Convención contra la desertificación, otro organismo creado durante la Cumbre de la Tierra de 1992).

El protocolo estableció como meta lograr emisiones globales un 5 % más bajas que las de 1990, antes de finalizar el año 2012, . No todos los países estuvieron obligados a reducir o fijar límites a sus emisiones. Los que sí estuvieron obligados, tampoco lo fueron en igual medida. Tomando como base un valor 100 para las emisiones de cada país en 1990, a EE.UU. se le asignó una meta de 92, lo mismo a la Unión Europea, a la Federación Rusa se le asignó una meta de 100, a Australia una de 108, etc. Ningún país latinoamericano debió asumir metas cuantitativas al firmar o ratificar el protocolo.

La meta no se logró (en próximas entregas se brindarán cifras sobre este punto).

Según Christiana Figueres el protocolo es un compromiso perpetuo, que sólo requiere redefiniciones de metas.  En 2012, durante la COP 18, se estableció un segundo período de vigencia, desde enero de 2013 hasta diciembre de 2020. No hay metas claras ni el apoyo de varios países clave, como EE.UU., Japón, Canadá y Rusia.
(Continuará)
Ing. Agr. Luis Villa
@LuisVilla2805

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