El carbono es un elemento clave
de la naturaleza. Es
un no metal que forma las cadenas de átomos de las moléculas orgánicas
(aproximadamente la mitad del peso de las moléculas orgánicas proviene del
carbono). También integra sustancias muy importantes de bajo peso molecular,
inorgánicas como el dióxido de carbono (CO2), u orgánicas, como el
metano o gas de los pantanos (CH4).
Entre otros intercambios, al CO2 lo consumen las
plantas al realizar la fotosíntesis y lo liberan los motores de combustión
interna al consumir derivados del petróleo, mientras que al metano lo liberan
los animales, sobre todo los rumiantes, como consecuencia de la fermentación
entérica. El CO2 es prácticamente la única fuente de carbono para
todas las moléculas orgánicas.
Como todo elemento o sustancia clave, el carbono tiene
intercambios de estado y ubicación, que configuran ciclos bien conocidos. Es
necesario distinguir el ciclo geológico, del ciclo biológico.
El primero
involucra cantidades relativamente grandes y no es de interés para el
análisis de corto plazo (aunque se volverá sobre esto cuando se analicen las disertaciones y posiciones de Richard Alley, principal autor científico del AR4 del IPCC).
El ciclo biológico involucra cantidades
relativas menores, es dinámico y sí es de interés (existe bibliografía que lo
divide en ciclo biológico propiamente dicho y ciclo biogeoquímico; no es el
caso de este y sucesivos escritos).
Cuando se trata de emisiones y demás cambios globales y stocks del ciclo biológico, suele usarse como unidad a la Giga tonelada de carbono (GtC ó 109 tn, es decir mil millones de toneladas de carbono). El stock de carbono de los océanos es de 40.000 GtC, el del suelo hasta 1 m de profundidad es de 3.000 GtC (mitad orgánico y mitad inorgánico) y el de la atmósfera es de 750 GtC (el terrestre total incluyendo al suelo es de 20.000 GtC, pero eso es importante sólo para el ciclo geológico).
En el caso del CO2, la cantidad emitida
naturalmente es de unas 200 GtC anuales, un 97 % del total (mayoritariamente
emitidas por los océanos). La actividad humana es responsable de emisiones
anuales del orden de 7 GtC (sólo el 3 %
del total). Del total emitido por el ser humano, la mayoría corresponde a
la quema de combustibles fósiles (gas, carbón y petróleo), pero aproximadamente
1 ó 1,5 GtC son emitidas por las
actividades agrícolas (sobre todo por los llamados cambios en el uso del
suelo, deforestando y/o consumiendo materia orgánica, sobre todo esto último).
Equivalencias de gases
desde el punto de vista del efecto invernadero
En muchas ocasiones se usa la unidad GtCO2eq,
Giga toneladas de dióxido de carbono equivalente (1 GtC equivale a 3,67 GtCO2eq).
La expresión equivalente se refiere al cálculo de los efectos de cada gas,
ajustados por su capacidad de generar calentamiento. Como ya se comentó en el blog "El efecto invernadero", cada molécula de metano
tiene un efecto invernadero 21 veces superior a una de CO2 y cada una de óxido de nitrógeno, 290 veces superior a la del CO2.
(Continuará)
Ing. Agr. Luis Villa
@LuisVilla2805
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