No me gusta ser autoreferencial, pero haciendo una
excepción quisiera decir que fui el primer orador de la Primera Fiesta
Nacional de la Semilla, en septiembre de 2000 en Pergamino.
Un segundo lote de preguntas
¿Tiene justificativo establecer una ley de orden público?
Es lo que, por ejemplo, propone el Diputado Gilberto Alegre
en su proyecto. Su idea es acotar el margen de maniobra y entendimiento entre
privados, limitando, incluyendo criterios y valores que serían irrenunciables
entre las partes (del mismo modo que un trabajador inscripto no puede renunciar
al aguinaldo, lo cual está muy bien porque genera una protección eficaz o un
alquiler no puede ser menor o mayor a ciertos plazos, lo cual no necesariamente
ayuda al equilibrio entre partes ni a la productividad global de los factores).
Adicionalmente, Alegre propone crear un fondo (uno más)
para “desarrollar zonas marginales”.
El proyecto del oficialismo también prevé una ley de orden
público.
¿Es correcto técnicamente lo que dicen Gerardo Bartolomé y
Juan Farinati?
Entre otros, Bartolomé (Presidente de Don Mario) y Farinati
(Presidente de Monsanto) afirman que la nueva ley sólo debe tratar el tema del
germoplasma, mientras que la biotecnología debe considerarse y remunerarse únicamente
bajo la ley de patentes.
¿La preocupación de algunos semilleros por el valor de las
semillas de especies alógamas está justificada?
¿Somos concientes de que nadie maneja los refugios como lo
hacemos nosotros?
¿Comprendemos que en materia de biotecnología sólo
evaluamos la seguridad alimentaria con el Senasa, los impactos ambientales con
la Conabia y los comerciales con la Dirección de Mercados?
¿Quién evalúa lo más importante, los aspectos agronómicos?
¿Tienen sentido y utilidad agronómicos ciertos eventos
apilados? ¿O son sólo una maniobra de marketing de sus desarrolladores,
permitida por nuestra inacción?
Hasta la próxima.
Ing. Agr. Luis Villa
en Twitter @LuisVilla2805
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