LA DEUDA DE NUESTRO ESTADO NACIONAL EN GRANDES NÚMEROS
(primera parte)
A junio de 2014, la deuda global del Estado Nacional (la deuda pública
nacional) asciende aproximadamente a US$ 235.000 millones. Unos
US$ 150.000 millones están nominados en moneda extranjera y el resto, el
equivalente a unos US$ 85.000 millones, es deuda contraída en nuestra moneda.
Los montos mencionados están expresados en valor presente.
Esto significa que:
- todos los flujos futuros comprometidos están incluidos, sean fijos o variables,
- se han estimando los montos para el caso de los variables,
- los montos han sido descontados a una tasa que refleje la realidad de cada caso, y
- los montos descontados han sido sumados.
Por otro lado, los flujos contingentes también han sido
evaluados e incluidos (la deuda en default, la posible deuda por juicios, la
deuda flotante no claramente reconocida con proveedores, la deuda con muchos
jubilados, etc).
La única cuestión no incluida es la referida a la relación
entre la Nación y las provincias. Si se diera una discusión definitiva y
fundacional sobre un verdadero federalismo, podría estimarse que una reparación
histórica por parte de la Nación, a favor de las provincias, debería implicar
un reconocimiento de deuda por US$ 20.000 millones o tal vez más. No está
incluido ese monto ni cualquier otro similar.
De los US$ 150.000 millones nominados en moneda extranjera,
más de US$ 100.000 millones son bonos en riesgo de default (los reestructurados
en los canjes de 2005 y 2010, los emitidos en fecha reciente para pagar la
confiscación a Repsol por Ypf, etc). El resto lo completan la deuda
recientemente reestructurada con el Club de París, la deuda con organismos
multilaterales de crédito y los bonos en default (US$ 20.000 millones, dentro
de los que están los US$ 1.330 millones de la sentencia de Thomas Griesa y
aproximadamente US$ 2.000 millones que nadie estaría reclamando porque se
perdieron, sobre todo en Italia y en Japón).
Dentro de los US$ 85.000 millones se encuentran las deudas
del Estado nacional con el BCRA, con la ANSES, con el Banco Nación, la Lotería Nacional,
el PAMI, los jubilados, los proveedores, etc.
Asumiendo todos estos datos como certeros, excluyendo el
tema del relacionamiento con las provincias, y asumiendo un PBI de US$ 510.000
millones; se concluye que la deuda pública equivale al 46 % del producto.
Si se agregaran las deudas de los Estados provinciales y
municipios y la deuda de privados (llegando a la deuda global), se llegaría a
un monto equivalente a menos del 75 ú 80 % del PBI. Mientras que nuestra deuda
global es 0,75-0,80 veces el producto de un año antes de amortizaciones (eso es
el PBI), en EE.UU. es 4,5 veces y en Japón es 5,6 veces. Es obvio que la riqueza y
productividad de estos 2 países son diferentes a las nuestras. Pero es obvio también que el
desendeudamiento no es un camino exitoso en ninguna sociedad moderna, menos aún en una como la nuestra con tantos déficits de todo tipo (de infraestructura, por ej).
Asumiendo:
se concluye que:
- un escenario negativo,
- una tasa de interés promedio ponderada de 8 puntos porcentuales (ponderada para todas las deudas y ponderada para los próximos 20 años) y
- un crecimiento medido punta a punta de 100 puntos para los próximos 20 años;
se concluye que:
- los intereses demandarán anualmente, en promedio, menos de 2,5 puntos del PBI, y
- la actual deuda pública nacional será sólo el 25 % del PBI o menos al final del año 20 (podría ser mayor, de incorporar más capital, para desarrollar al país).
Cambiando el perfil y los acreedores, el Estado podría saldar por completo la deuda que mantiene con los jubilados actuales y los que pasarán a tal condición en los próximos años.
Como se ve, nada de lo que se debe hacer es imposible.
Ing. Agr. Luis Villa
@LuisVilla2805
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